MUJER INCENDIO

Un canto sororo que nos invita a despojarnos de la culpa y a romper el silencio, las cadenas y los prejuicios. Habla de desprenderse y liberarse de la mochila del “qué esperan de mi” y arrojar a la hoguera el terror, las vendas y los disfraces que nos impiden ver con claridad y ser, simplemente, lo que a una le late ser.
En él, pongo sobre la mesa la importancia de permitirse alzar la voz, nadar a contracorriente, plantarle cara al conflicto en vez de evitarlo, incendiarse y sentir como la ira y la rabia a veces son el motor de un cambio urgente y necesario.